Dokuzetsu v1 Capítulo 1
Capítulo 1
La Belleza de Lengua Venenosa y el Talento de Adivinar
La temporada era primavera. Conocida como la temporada de nuevos encuentros, estos dos se conocieron durante ese fatídico momento.
—Um, creo que está un poco preocupada, así que ¿Podrías dejarlo así?
—¿Q-quién eres tú? ¿Qué deseas?
—¡…!
La ubicación estaba justo afuera del distrito comercial, ya que el sol se estaba poniendo. El paisaje urbano era de color naranja, mientras Naoya se interponía entre un hombre y una chica. ¿Cómo terminaron las cosas de esta manera? La explicación es sencilla. Naoya estaba limpiando el frente de la tienda en la que trabajaba a tiempo parcial, cuando vio a estos dos juntos.
La chica vestía el uniforme de la misma escuela a la que asistía Naoya. Poseía un cabello plateado brillante que le llegaba hasta las caderas. Naoya no podía decirlo porque solo podía verla de espaldas, pero ella emitía una atmósfera bastante turbulenta.
La otra persona era un hombre vestido con traje. Sin embargo, su cabello estaba teñido de un color bastante llamativo, con un piercing colgando de sus orejas. Parecía estar hablándole a la chica, quien a cambio le devolvió una respuesta tímida, su voz emitiendo destellos de miedo y desconcierto.
Claramente está coqueteando con ella, cierto…
En el segundo que Naoya llegó a esa conclusión, se interpuso entre los dos. Se dio cuenta de que la chica de repente se puso aún más tensa que antes, pero la ignoró por ahora.
—¿Podrías dejar de hacer este tipo de cosas frente a nuestra tienda? Sea más persistente que eso y llamaré a la policía.
—Jajaja… no sé qué tipo de malentendido tienes en tu cerebro, pero no estoy haciendo nada sospechoso.
Naoya miró al hombre lo mejor que pudo, quien curiosamente le devolvió una sonrisa de bienvenida. Inmediatamente después, le entregó a Naoya una tarjeta de presentación. Parecía ser una especie de productor de negocios de entretenimiento, a juzgar por la tarjeta.
—De hecho, estoy buscando una nueva modelo para mostrar en nuestra próxima revista. Si es esta chica, definitivamente lo hará a lo grande.
—Esa es toda la mentira que se te ocurrió.
—… ¿Eh? —El hombre frunció el ceño, pero a Naoya no le molestó demasiado.
Miró directamente a los ojos del hombre y explicó sus palabras.
—En realidad no estás buscando a nadie. Solo estás tratando de ligar con la chica.
—¿Q-qué prueba tienes para eso…?
—Puedo decirlo con solo mirarte. No importa cuánto intentes actuar, la gente no puede ocultar sus reacciones físicas.
Para Naoya, las reacciones del hombre fueron terriblemente simples de ver. Tenía las pupilas más abiertas de lo habitual y su respiración era más rápida. Su voz tenía grietas aquí y allá, sus labios se crispaban y las pequeñas gotas de sudor en su frente lo hacían demasiado obvio. Tomando toda esta información en consideración, Naoya no tuvo problemas para llegar a la verdad.
—Eres solo un estudiante universitario, ¿Verdad? Si tuviera que adivinar, eres de la región de Kansai. Como solo te pasas el día jugando en lugar de estudiar, tus Padres te cortaron la mesada, eh.
—¡C-cómo…! —El rostro del hombre palideció.
Naoya adivinó su origen por el acento del hombre. Además de eso, el leve olor a alcohol llegó a su nariz, y la apariencia gastada del traje dijo otras mil palabras. Aparentemente, Naoya acertó en el objetivo, ya que el hombre comenzó a entrar en pánico visiblemente. Es por eso que Naoya no se rindió todavía y pasó a la ofensiva.
—Irías tan lejos solo porque ninguna chica se lanza a tus otros intentos de conquista… ¿Por qué no trabajas en tu apariencia general y actúas antes de prestar atención a esa tarjeta de presentación falsa?
—¿Qué… qué dijiste, bastardo! —El hombre rugió, agarrando a Naoya por el cuello.
Escuchó un leve chillido a su espalda, pero eso no molestó demasiado a Naoya.
—¡No actúes tan genial y fuerte, mocoso! Te lastimarás.
—Realmente no estoy en eso… además, ¿Lo sabías?
—… ¿Saber qué?
—Estoy trabajando a tiempo parcial en esta vieja librería, ¿Ves? Recientemente, tuvimos muchos problemas en la zona, así que instalamos cámaras de seguridad. —Naoya movió su barbilla para señalar la Librería Akaneya.
Allí, se podía ver la lente de una cámara de seguridad junto a la valla publicitaria, apuntando directamente hacia ellos. En el segundo en que el hombre vio eso, su color facial cambió una vez más. En respuesta, Naoya mostró una sonrisa.
—Si me golpeas aquí, las imágenes dentro de esa cámara irán directamente a la policía. Si eso no te molesta, siga adelante.
—… ¡Tsk! —El hombre apartó a Naoya y siguió su camino alegre.
Naoya lo vio alejarse y se arregló el cuello.
—Ugh, es solo una falsificación, pero todavía me alegro de que la tengamos.
Naoya se alegró de haber molestado al gerente de la tienda por eso.
—U-Um…
—Ah, está bien ahora.
Escuchó a alguien tragarse el aliento a sus espaldas. Quería darse la vuelta y tranquilizar a la chica, pero una voz ronca lo llamó desde el interior de la tienda.
—¡Sasahara-kun! Es un poco repentino, pero ¿Podría enconmendarte una entrega? ¡No puedo ir ahora mismo!
—¡Oh si! ¡Voy ahora mismo! De todos modos, ¡Será mejor que tengas cuidado de camino a casa!
—¡Ah…!
Al final, Naoya no pudo confirmar el rostro de la otra persona y rápidamente regresó a la tienda. Estaba de buen humor, después de haber hecho algo por la sociedad.
—Sasahara-kun… eh.
Es por eso que nunca se hubiera imaginado a la chica que acaba de salvar para murmurar su nombre así, juntando las manos frente a su pecho.
Su primer cara a cara real ocurrió al día siguiente, durante la hora del almuerzo. Naoya caminó por el pasillo junto con su amigo, mientras cierto individuo bailaba un vals frente a él.
—Veo que eres Sasahara Naoya-kun. Muchas gracias por lo ayer.
—Hm.
La persona que disparó estas palabras junto con un tono bastante arrogante fue toda una belleza para la vista. Su cabello plateado le llegaba hasta la cintura y sus ojos brillaban de un azul tan hermoso como gemas. Sus rasgos faciales en general se veían lo suficientemente bien como para estar directamente fuera de un CG de juego, y su piel era lo suficientemente blanca como para parecer transparente. Sin embargo, la mirada que dirigió a Naoya fue lo suficientemente aguda como para arruinar su imagen.
Una presión abrumadora emitida por su pequeño cuerpo, a un nivel en el que se podría llamar incluso intención asesina, y la forma en que cruzó los brazos ciertamente se sumó a eso. Incluso los estudiantes no relacionados con esta situación se dieron cuenta de la presión opuesta y comenzaron a susurrar para sí mismos. En cuanto al chico de aspecto bastante llamativo junto a Naoya, Kouno Tatsumi, tenía los ojos muy abiertos por la sorpresa.
—Naoya… ¿Pasó algo contigo y la Blancanieves Venenosa?
—Ah sí. Ayer, mira… —Naoya asintió, un poco desconcertado.
No pudo ver su rostro en ese momento, pero la chica frente a él poseía un cabello plateado similar al de la chica de ayer.
Honestamente, no pensé que me la encontraría así.
El nombre de la chica era Shirogane Koyuki. Al igual que Naoya, es una estudiante de segundo año en su Academia Ootsuki. Poseía una apariencia hermosa, así como los cerebros bendecidos para apoyar eso, agregando habilidades atléticas abrumadoras para hacerla parecer como una sobrehumana. Y, sin embargo, ese apodo suyo claramente tenía una naturaleza malvada.
—Muchas gracias por lo ayer. Quería darte las gracias, así que anduve buscándote. Ya que ayer vestías el uniforme escolar, sabía que también eras estudiante aquí.
—Ya veo. Pero, no tenías que salir de tu camino de esa manera.
—Eso no servirá, ¿Sabes? —Koyuki se pasó los dedos por el cabello plateado y soltó un bufido. —No quería quedarme en deuda contigo. Si no, no llamaría a un chico aburrido como tú, ¿No crees?
—Huh.
Había un defecto fatal que poseía esta belleza por lo demás perfecta Kurogane Koyuki. Brevemente, su lengua venenosa. Pasó bastante tiempo desde que se convirtieron en alumnos de esta escuela, ya que muchos chicos se enamoraron de su belleza, intentando una confesión, pero todos y cada uno de ellos habían sido eliminados del ring por su tono intenso y severo. Esto le valió el nombre de Blancanieves Venenosa.
Como resultado, bastante público se había reunido a su alrededor, susurrando entre ellos.
—La Blancanieves Venenosa es tan dura como siempre…
—No sé qué pasó, pero ¿Necesita expresarlo así?
Sin embargo, por extraño que parezca, a Koyuki no le molestó en lo más mínimo. Más bien, su mirada se volvió aún más aguda, mientras continuaba con palabras frías.
—Ayer estaba un poco aterrorizada, pero habría podido lidiar con eso muy bien por mí misma. ¿Puedo pedirte que dejes de actuar como un príncipe azul? No me gusta tener deudas, ¿Ves?
—Ohh, lo tengo, lo tengo. —Naoya asintió.
Entendió claramente lo que la chica estaba tratando de decir.
—Básicamente, quieres agradecerme, así que me invitas a salir hoy después de clases, ¿Verdad?
—……… ¿Eh?
—………… ¿Eh?
No solo Koyuki, sino toda la audiencia que los veía estaba desconcertada. Todos tenían una mirada de “¿De qué diablos está hablando este tipo?” en sus caras. Sin embargo, la reacción de Koyuki fue diferente a la de ellos. Ella se sonrojó intensamente, tartamudeando durante su respuesta.
—¡¿Qué… de qué estás hablando?! ¡Cómo llegaste a esa conclusión!
—Quiero decir, es obvio. —Naoya habló de manera diferente. —El hecho de que estabas aterrorizada es probablemente cierto. El resto es solo tú actuando ruda.
—¡…!
—Además de eso, dijiste que no querías tener deudas, pero que solo querías pagarme, ¿Verdad?
La expresión y la voz de Koyuki eran honestas. Tomando la información que obtuvo de eso, Naoya no tuvo problemas para descubrir sus verdaderos sentimientos. Como Koyuki se quedó sin palabras, Naoya siguió presionando.
—Hoy no tengo trabajo a tiempo parcial. Tampoco tengo que preocuparme por ningún club, así que estoy libre después de clases. Shirogane-san, ¿Qué debemos hacer?
—¡D-De nuevo, no quise decir eso así…! —Koyuki comenzó a temblar y la miró boca abajo.
Después de un breve silencio, habló con voz temblorosa.
—Um… si estás de acuerdo con eso, entonces… y-yo… estaré esperando…
—Está bien, lo entiendo. Nos encontraremos en la puerta de la escuela.
—¡…! ¿¡Por qué lo escuchaste bien!? ¡Normalmente actuarías como si no pudieras y me preguntarías!
—Bueno, mi capacidad auditiva siempre ha estado bastante desarrollada, así que escuché todo bien.
—¡Ugh…! ¡T-tú…!
—¿Yo?
—¡¡¡Tú… eres un jovencito perfectamente sano!!! —Koyuki dejó atrás estas palabras que solo podían interpretarse como un elogio, y se escapó con la cara roja como una remolacha.
—Eh, ¿Era realmente Shirogane-san hace un momento…?
—No puedo creerlo…
—Supongo que ella tiene una linda forma después de todo…
En el segundo en que desapareció, la audiencia dio sus impresiones, mientras la observaban con ojos cálidos. En medio de eso, Tatsumi tocó a Naoya en el hombro.
—Tu habilidad para leer la mente es tan impresionante como siempre. Pero, tengo que decir… —Tatsumi entrecerró la voz y continuó como si algo le molestara. —¿Realmente le vas a dar a Shirogane-san la misma advertencia que siempre haces?
—Bueno, eso es probablemente a lo que se reducirá.
—Qué desperdicio, hombre. No mereces ser popular.—
Naoya solo se encogió de hombros.
Por lo tanto, las clases llegaron a su fin y Koyuki estaba esperando en la puerta principal. Ella se destacó muy bien en medio de los estudiantes confundidos, ya que tenía los brazos cruzados con la espalda recta, una mirada aguda en sus ojos.
—Lo siento, ¿Esperaste mucho?
—Realmente no. Ya te lo dije, no me gusta tener deudas. —Koyuki mostró una expresión irritada.
A diferencia de este mediodía, sus mejillas ya no estaban rojas. Señaló a Naoya con su dedo índice, mirándolo como un león cazando a su presa, y envió una ola de presión.
—Como dije hoy, quiero darte las gracias. Pero, no hay nada más ahí, ¿De acuerdo? No te hagas una idea equivocada.
—¿Ehhh? Estás pidiendo lo imposible ahora. —Naoya aceptó honestamente esta presión y mostró una sonrisa irónica. —Quiero decir, voy a tener una cita después de la escuela con una chica tan linda, así que, por supuesto, me haría una idea equivocada sobre esto, ¿Sabes? Solo soy un chico promedio de secundaria.
—Ci… ¿¡Cita!? —La cara de Koyuki se puso roja como la punta de un cigarrillo.
Sin embargo, esta vez no se quedó callada. Su pequeño cuerpo se sacudió agresivamente y ella desvió la cara.
—H-Hmpfh… un halago como ese no funcionará conmigo. Me sorprende que puedas decir algo tan vergonzoso como eso.
—Bueno, soy malo para expresarme sin usar palabras. Solo digo lo que me viene a la mente.
—Es así… odio decírtelo, pero como la belleza perfecta que soy, estas alabanzas son algo que escucho todos los días. Por eso, puedes continuar tanto como quieras.
—Ya veo ~
Parecía apática, pero su expresión estaba llena de alegría. Su boca sonreía y su cuerpo temblaba de manera poco natural. Sin embargo, antes de que Naoya pudiera señalar eso, Koyuki se adelantó.
—¡Vámonos ya! Y además, no hables antes de llegar a la tienda, ¿¡De acuerdo!?
—Esa es una condición complicada para una cita.
—¡Esta no es una cita! ¡Solo cállate y sígueme! —Los puños de Koyuki se agitaron de ira, y Naoya no vio otra opción que seguirla en silencio.
Los otros estudiantes alrededor vieron esto con gran interés. El hecho de que Blancanieves Venenosa invitara al aburrido chico de secundaria a una cita ya se convirtió en un rumor.
Después de caminar un poco, llegaron a la calle comercial frente a la estación de tren. La Academia Ootsuki, a la que asistieron, se encontraba en medio del distrito residencial. Gracias a eso, la cadena de tiendas a su alrededor se llenó de estudiantes, y Koyuki entró en una de estas. Naoya no tuvo quejas por sí mismo, por lo que pidieron unas donas y café, y se sentaron en una mesa, uno frente al otro.
—………
Koyuki mantuvo su mirada pegada a una dona, sin abrir la boca en absoluto. Naoya sabía que debía estar nerviosa, así que tomó la iniciativa.
—Um, ¿Puedo comerme una?
—…… —Koyuki asintió en absoluto silencio.
Habiendo recibido el permiso, Naoya tomó una dona y le dio un mordisco. Justo cuando llegó a saborear el sabor…
—Um… —Koyuki abrió la boca.
—¿Hm?
—Parece que eres bueno adivinando los sentimientos de otras personas… —Koyuki miró a Naoya. —Probablemente… ya sepas lo que estoy tratando de decir, ¿Verdad?
—Sí, lo entiendo muy bien. —Naoya dejó la dona y se secó los dedos con la servilleta de papel. —Pero, probablemente quieras decirlo con tus propias palabras, ¿Verdad? Por eso estoy esperando.
—Así que lo sabes… ¿Puedes leer mi mente o algo así?
—De ningún modo. Soy bastante bueno adivinando.
—Bastante, eh… bueno, de cualquier manera. —Koyuki entrecerró los ojos y dejó escapar un suspiro.
Después de eso, bajó la cabeza.
—Muchas gracias por lo de ayer. Realmente me salvaste.
—De nada. —Naoya aceptó sus honestas palabras.
Koyuki parecía aliviada, ahora que finalmente logró decir lo que quería. Finalmente alcanzó una dona y comenzó a masticar.
—Realmente eres raro.
—Ah, bueno… escucho mucho eso.
—Sí, lo supuse. —Koyuki levantó sus labios en una sonrisa burlona. —Un chico raro como tú nunca podría tomar té con alguien como yo, así que piensa en esto como un honor.
—Quiero decir, realmente lo es. Pensar que dirías “Quiero tomar té con Sasahara-kun” así.
—¿¡De donde vino eso!? ¡Nunca dije nada ni remotamente parecido a eso! —Koyuki trató de negarlo, pero su rostro estaba rojo remolacha, revelando todo.
Mientras gritaba, atrajo la atención de los otros clientes a su alrededor, lo que la llevó a quedarse callada, solo mirando a Naoya que tomó un sorbo de su café.
—Realmente, algo anda mal con tus oídos… torciendo mis palabras así…
—Quiero decir, puedo adivinar fácilmente lo que estás pensando, Shirogane-san. —Naoya respondió con indiferencia.
En realidad, adivinar los sinceros sentimientos de Koyuki no fue tan difícil como parecía. Ya sea desde su tono de voz hasta el movimiento de sus ojos, el gesto de cepillarse el cabello, observar todos estos pequeños detalles ayuda a revelarlo todo.
—¿De verdad…? Me suena a pescado. —La mirada de Koyuki estaba pegada a Naoya, solo para que ella mostrara una sonrisa burlona.
Sacó una moneda de 100 yenes de su billetera y empujó ambos puños hacia Naoya.
—Entonces, adivina qué mano sostiene la moneda.
—Está encima de tu regazo, ¿Verdad?
—……… Correcto. —Koyuki abrió las manos a regañadientes, revelando aire vacío.
Cogió la moneda de su regazo y miró a Naoya como si acabara de ver un milagro.
—Realmente eres agudo… eso me recuerda, te diste cuenta de que ese hombre no era en realidad alguien que intentaba llevarme para tomar fotografías para una revista, ¿Verdad? ¿Eres detective o algo así?—
—Los detectives de secundaria solo existen en animes y juegos. No soy más que un humilde chico de secundaria.
—Un humilde chico de secundaria no puede hacer trucos como ese. —Koyuki le dio a Naoya una mirada dudosa.
Esta realmente no era la postura que debía adoptar hacia alguien que te salvó, pero a Naoya no le importó mucho, encogiéndose de hombros.
—Bueno, eso lo escucho mucho. Me preguntan qué tipo de habilidad tengo.
—Eso tiene sentido, ¿No crees? ¿Cómo conseguiste una habilidad como esa?
—No es la gran cosa de acuerdo. —Naoya mostró una sonrisa irónica.
No veía nada que valiera la pena ocultarlo.
—La cosa es que, cuando era más joven, mi Mamá estaba enferma, así que estuvo postrada en cama por un tiempo.
—… ¿Eh? —Koyuki se tragó el aliento, reaccionando como si no se lo esperaba.
Sin embargo, a Naoya no le molestó y continuó. Sucedió cuando Naoya tenía alrededor de seis años. Su Madre se había enfermado repentinamente un día y fue hospitalizada. Terminó postrada en cama, conectada a un ventilador y otra maquinaria, lo que la llevó a una situación en la que encontró problemas para expresar claramente sus deseos.
Sin embargo, Naoya continuó visitándola todos los días, cuidando a su Madre. Se concentró en la expresión de su Madre y un día logró leer lo que estaba pensando. Con solo mirar, puedes saber cuándo alguien quiere algo. Eso le permitió a Naoya disminuir su carga al menos un poco.
—Bueno, eso es lo mejor que pude hacer en ese entonces. Con el tiempo, logré comprender mejor los pensamientos y deseos de otras personas.
—Ya veo… así que lo hiciste por tu Madre…
Naturalmente, la siguiente pregunta que haría es:
—Entonces… ¿Qué… está haciendo tu Madre ahora…?
—…… Ella se fue a algún lugar muy lejano.
—¡……! —El rostro de Koyuki palideció.
Al mismo tiempo, Naoya continuó tranquilamente.
—Probablemente esté en algún lugar cerca del Mar Caribe.
—… ¿Eh?
—Ella siguió a mi Papá a un viaje al extranjero.
Su Madre había llegado a un estado crítico en ese entonces, pero se recuperó milagrosamente y ahora está aún más enérgica que antes de colapsar. Gracias a eso, sus Padres disfrutan de su hermosa vida matrimonial en el extranjero. Desde que Naoya se convirtió en un estudiante de secundaria, básicamente se olvidaron de él incluso.
Le enviaban correos electrónicos todos los meses para preguntarle cómo estaba, pero las fotos que le enviaban los hacían lucir tan cariñosos como siempre. Habiendo escuchado hasta el final, Koyuki mordió la dona con frustración.
—¡Por qué tuviste que hacerlo tan dramático…!
—Ajaja, lo siento. Me deje llevar.
Fue ridiculiza por tener nervios de acero. Naoya mostró una sonrisa burlona, pero Koyuki no estaba muy agradecida por eso.
—Hmpf. Al menos lo entiendo ahora. Tiene sentido que te hayas convertido en un bicho raro.
—Al menos llámame especial.
—No hay diferencia en eso, ¿Verdad? —Koyuki tomó un sorbo de su café mientras respondía.
Luego, mostró una sonrisa arrogante.
—Qué vergüenza, ¿No? Tu habilidad no funcionará en mi contra.
—Eh, ¿En serio?
—En serio. ¿Por qué estaría tan feliz de tomar el té contigo? Hubiera preferido escuchar las noticias de tráfico en la radio mientras bebía agua del grifo en casa. —Koyuki se encogió de hombros y miró a Naoya. —Sin embargo, dado que ya estoy aquí, también podría preguntar… ¿Hay más cosas que sabes sobre mí?
—Hmm… ¿Una buena cantidad, supongo? —Naoya asintió con la cabeza.
A juzgar por su personalidad, era la hija mayor. Su mano prominente era la derecha, pero podría escribir con la izquierda. Es del tipo que trabaja duro en las sombras, pero odia mostrar su debilidad frente a los demás. Se está obligando a beber café negro en este momento, pero probablemente prefiere el kakao con mucha crema.
Mientras Naoya estaba recopilando esta información, la expresión de Koyuki se tensó.
¿Oh, creo que debería ser hora?
Naoya decidió clavar el clavo en el ataúd. Hay algo bastante interesante en la información que reunió al observarla.
—Por ejemplo… ¿Qué te enamoraste de mí?
—¡Pfffffffffffffffft! —Koyuki escupió su café.
Su espalda se encorvó mientras jadeaba por aire, pero Naoya solo podía vigilarla. Lo que siguió después fue Koyuki mirando a Naoya, su rostro tan rojo como un tomate.
—Cough,… cough… una gran broma, de verdad… ¿A quién se supone que me gustará, hm?
—Eh, ¿Me equivoco?
—¡P-por supuesto que te equivocas! —Gritó con voz temblorosa.
No solo todo su cuerpo se estaba poniendo rojo, sino que pequeñas lágrimas se acumularon en las esquinas de sus ojos azules. Sin embargo, ella continuó resistiendo.
—Sé que me salvaste de una situación peligrosa, pero… ¡Una belleza perfecta como yo nunca se enamoraría de un bicho raro como tú! ¡No seas tan engreído!
—Quiero decir, si me equivoco, entonces es aún mejor…
—… ¿Eh? —Los ojos de la chica se abrieron de par en par.
Naoya se rascó la cabeza y suspiró.
—La cosa es que tengo una razón por la que vine aquí contigo, Shirogane-san.
—¿Una razón…?
—Sí, es bastante simple. —Naoya arregló su postura para mirar directamente a Koyuki.
Respiró hondo y habló con voz tranquila.
—Déjame ser sincero contigo, Shirogane-san. Lo siento… pero no puedo salir contigo.
—……
Allí, el hermoso rostro de Koyuki se rompió en pedazos. Ella miró hacia abajo y preguntó con una voz a punto de desaparecer.
—¿Es eso… porque tienes a alguien más que te gusta?
—No, nunca he tenido novia en toda mi vida, y nadie me interesa.
—Entonces, ¿Simplemente no quieres a alguien tan linda como yo?
—Eso tampoco. —Naoya negó lentamente con la cabeza.
No odiaba a Koyuki de ninguna manera. En todo caso, disfrutaba mirándola y le tenía un afecto positivo. Sin embargo, Naoya tiene ciertas circunstancias que le impiden aceptarla.
—No es que no seas lo suficientemente buena, Shirogane-san. Simplemente no tengo ninguna intención de salir con nadie.
—… ¿Qué quieres decir?
—Quiero decir, ya sabes cómo soy. Básicamente, empiezo a investigar los sentimientos de otras personas. Por eso, a la larga, será agotador.
Esta no era la primera vez que Naoya le ofrecía una mano a una chica necesitada y, a cambio, recibía un afecto positivo. Y, cada vez, se quedó sin fuerza. ¿Qué está pensando la otra persona? ¿Qué está deseando? Naoya lo descubrió todo. Naturalmente, también vio las mentiras.
Estar en el extremo receptor de las emociones fuertes de alguien todo el tiempo, ya sea afecto u odio, rompe enormemente tu propia condición. Tanto que incluso podría romperte el corazón. Por eso, desde la secundaria, cuando una chica con la que se llevaba bien se lo confesó, las cortaba inmediatamente, diciendo que no podía salir con ellas.
La reacción siempre fue similar. O se enojaron y le gritaron, hervían en silencio, comenzaron a llorar y, finalmente, se distanciaron de Naoya. Naoya sabía que esto estaba mal, pero…
Alejarse lo más pronto posible de la ilusión deja heridas más leves.
No quería entristecer a estas chicas. Sin embargo, decidió que sería mejor para ellas ser rechazadas, seguir adelante y encontrar a alguien más digno. Con este tipo de pensamiento, llegó a donde estaba ahora. Naoya miró su café y se vio reflejado, dando una sonrisa extrañamente amarga.
—Por eso, incluso si te gustara, Shirogane-san, no puedo responder a tus sentimientos. Quiero que te des por vencida lo más rápido posible. Y, si no te agrado, quédate como estás.
—…… —Koyuki respondió con silencio.
O más bien, probablemente se quedó sin palabras. Para sobrevivir al silencio, Naoya tomó un sorbo de su café. Sin embargo, sabía mucho más amargo que antes. Naoya quería agarrar el azúcar de la mesa, cuando…
—… Que pasa con eso.
—¿Eh? —Naoya levantó la cabeza con sorpresa.
Vio a Koyuki claramente haciendo pucheros, mientras lo miraba. Gracias a eso, Naoya estaba parpadeando confundido. Tenía sentido que ella estuviera enojada con él. Sin embargo, dentro de esta mirada que ella le dirigió, él no pudo detectar ningún disgusto u odio en absoluto.
Eh, ¿Por qué? Normalmente, odiarías a la otra persona después de escuchar esto, ¿Verdad? ¿Por qué no me odia?
Koyuki ignoró por completo al congelado Naoya y habló sin siquiera intentar ocultar su descontento.
—Hmpf. ¿Aunque no me gustas en absoluto? No creo nada especial de ti. Y tengo derecho a decidir sobre mis propios sentimientos.
—Quiero decir, eso es cierto, pero… debes odiar a un hombre como yo, que siempre dice lo que quiere, ¿No? —Dijo Naoya, casi esperando una respuesta positiva.
Por eso continuó.
—No son solo tus pensamientos, por cierto. Puedo adivinar tu peso y tres tallas con solo mirarte.
—¿Oh en serio? ¿Qué pasa con eso? Puede averiguarlo con una balanza y una cinta métrica, ¿Sabes? ¿Crees que eres mejor que ésas herramientas de medición, eh?
—Eh… ¿Quiero decir, no realmente, pero…? —Naoya tartamudeó ante este repentino desarrollo.
Koyuki se enamoró de la cara de Naoya que mostraba por fuera. Ahora que se enteró del verdadero Naoya, se sentiría decepcionada, o eso debería haber sido.
¿Por qué su afecto hacia mí no desaparece…?
Esta fue la primera vez que sucedió algo así. Naoya se confundió más, especialmente porque aprendió más sobre la persona.
—Hmpf. Así que estás tratando de obligarme a rendirme, ya veo. Si vas por ese camino… entonces tengo mis propios planes, Sasahara-kun.
—¿Q-qué quieres decir?
—Escucha cuidadosamente. —Koyuki respiró hondo y lo señaló. —¡Haré… que te enamores de mí!
—¿Eh…? —Naoya parpadeó confundido.
Inmediatamente después, Koyuki mostró una sonrisa brillante.
—Entiendo tu postura. Pero no me rendiré con un simple “Está bien, lo entiendo”. —Koyuki no dio un solo paso hacia atrás.
En todo caso, su presencia rebosaba presión mientras se levantaba.
—No tengo miedo de lo mucho que intentas leer mi corazón. No me lastimaré solo por tu terquedad. En cambio, me aferraré a ti y haré que te enamores de mí. Sin embargo, solo para hacerte saber, definitivamente no es como si tuviera sentimientos por ti, ¡Así que no te hagas una idea equivocada!
—¡Como si eso fuera cierto! Te gusto mucho, ¿Verdad? —Naoya ni siquiera necesitó leer su corazón para entender eso.
Básicamente, ella no planeaba rendirse. La pasión transmitida por ella fue real, dejando incluso a Naoya tambaleándose.
—Um… entiendo tus sentimientos, pero… ¿No podrías conseguir un mejor novio?
—Va contra las reglas decirle a la chica que está tratando de conquistarte que busque otro novio. —Miró a Naoya y dejó escapar un suspiro. —Sin mencionar… yo misma soy bastante rara…
—¿Tú? ¿Por qué?
—¿No lo sabes? Me llaman Blancanieves Venenosa… —Koyuki se encogió de hombros.
Aparentemente, ella se había dado cuenta de eso.
—Puedes ver mi personalidad por ti mismo. No tengo amigos ni personas que se preocupen por mí. Yo misma soy un bicho raro, no pierdo contra ti.
—Bueno, escuché los rumores…
—Seguro que lo hiciste. Bueno, una de las razones es probablemente porque soy una belleza. Esos ciudadanos humildes simplemente están celosos.
—¿Bien…?
Alrededor del 60% era la verdad, pero un sólido 30% era su actuación dura. Naoya captó fácilmente su vergüenza por sus propias palabras. No es como si tuviera que decir algo así si realmente estaba tan avergonzada. Naoya decidió ignorarlo, cuando Koyuki se aclaró la garganta.
—De todos modos, así es. Para equilibrar las cosas, necesito a alguien que sea tan raro como yo. Estás apenas en el rango aceptable, así que te elegí. Será mejor que me agradezcas. —Ella entrecerró los ojos y se lamió la lengua.
Su lengua poseía un tono rojo tranquilo, recordándole a Naoya a una araña venenosa, apuntando a los hombres.
—Definitivamente haré que te enamores de mí. Haré que te vuelvas loco tanto por mí que seas tú quien se confiese. Fufu… alguien como tú debería arrodillarse frente a mí.
—Eh… Um… ¿D-De acuerdo? —Naoya desvió la mirada torpemente.
No es porque el corazón de Naoya latiera más rápido ni nada. Más bien, captó el significado detrás de las palabras de Koyuki, lo que lo dejó desconcertado.
Quiere estar con Naoya. Quiere saber qué le gusta y qué no le gusta a él. Quiere caminar hacia y desde la escuela y pasar tiempo juntos durante sus días libres. Ir juntos a una cita en un parque de atracciones… y así sucesivamente.
Al encontrarse con estos sentimientos puros, Naoya tragó saliva audiblemente.
¡Habla en serio…! ¿¡Ella realmente me ama!?
Sin mencionar que estos sentimientos son más fuertes de lo que Naoya había visto. Se dio cuenta de que no se agitarían ni romperían tan fácilmente. Naoya solo pudo responder con silencio, cuando Koyuki mostró una respuesta arrogante, sonando como si estuviera segura de su victoria.
—Jeje, será mejor que estés listo. A partir de mañana, jugaré contigo a mi antojo.
—Jugar conmigo, eh… —Naoya pensó en estas palabras por un segundo. —Si hablas en serio, entonces… eso sería bastante problemático.
—¿Bien bien? Todo el mundo vacilaría si fueras perseguido por una chica tan linda como yo…
—Si. De hecho, podría enamorarme de ti de verdad.
—Lo sé bien, ¿¡Eh!? —Koyuki dejó escapar un chillido ante la repentina confesión de Naoya.
Las personas a su alrededor aparentemente se acostumbraron a su respuesta, ya que simplemente observaron el paisaje con cálidas miradas. A Koyuki, por su parte, eso no le importó en absoluto, temblando en silencio.
De repente, señaló con el dedo índice a Naoya.
—¡Q-Qué estás soltando de repente! Dijiste que no tenías intención de salir con nadie… ¿¡Puedes dejar de hacer chistes tan malos!?
—Lo siento, pero hablo en serio. —Naoya se encogió de hombros.
Hasta ahora, Naoya nunca pensó mucho en salir con una chica. La razón de esto es simplemente porque le cansa pensar en la otra parte y adivinar sus pensamientos todo el tiempo. Sin embargo…
—Por alguna razón… no creo que me importaría leer tu corazón todo el tiempo, Shirogane-san… es muy divertido verte, o algo así. Esta es la primera vez que me siento así…
Hasta ahora, cada vez que a Naoya se le daba afecto positivo, se sentía como si tuviera el estómago agrio. Sin embargo, nada de ese tipo fue el caso de Koyuki. En todo caso, sintió ganas de estar más con ella, viendo todo tipo de expresiones que nadie más ve. Para él, sentía que su mundo estaba patas arriba.
—Sin mencionar que no me alejas a pesar de que soy un bicho raro, e incluso sigo gustándote. Además de eso, eres linda y estar contigo es divertido. En todo caso, sería extraño si no me enamorara de ti, ¿Verdad?
—Eek… ¿¡P-Por qué eres tan agresivo de repente!?
—Quiero decir, solo digo lo que me viene a la mente, ¿Ves?
—¡Tiene que haber un límite para eso! —Koyuki replicó mientras gritaba.
Sin embargo, a Naoya no le molestó esto y siguió mostrando lo que había dentro de su corazón.
—Si me atacaras incluso más que esto, realmente podría enamorarme de ti. Solo por curiosidad, ¿En qué tipo de patrón de ataque estabas pensando?
—¿¡E-Eh!? U-Um… —Koyuki desvió la mirada y comenzó a murmurar. —E-encontrarme contigo en la mañana… ir a la escuela juntos… ir a casa juntos… tomar té juntos así… por ejemplo?
—Oh, hombre, definitivamente me enamoraré de ti así.
—¿¡D-de verdad!?
—Sip. Desarrollaré sentimientos al mismo nivel que tú tienes por mí, si no más.
—O-otra vez… ¡No es como si me gustaras! ¡No me hagas repetirme!
Por un segundo, el rostro de Koyuki se iluminó de felicidad, solo para que se transformara en un ceño fruncido. Después de eso, ella desvió la cara.
—¡Hmpf! Puedes intentar burlarte de mí así, pero no soy tan fácil. Más que eso y me enojaré de verdad.
—De nuevo, hablo en serio… ahh, lo entiendo. —Naoya juntó las manos.
A Koyuki le gusta Naoya. Si a Naoya le empezaba a gustar Koyuki, llegarían a un amor mutuo. Sin embargo, ¿Por qué es tan cuidadosa? Naoya no estaba seguro de la respuesta, pero ahora estaba tan clara como el día.
—Estás preocupada porque lo digo sin ninguna prueba, ¿Verdad? Preocupada si hablo en serio o no.
—Ugh… estás… no exactamente equivocado, ¡Pero aún así!
—Muy bien, entonces las cosas son simples. —Naoya empujó su cuerpo hacia adelante, agarrando la mano de Koyuki sobre la mesa.
Dejó escapar un chillido y comenzó a sonrojarse. Sin embargo, Naoya no se molestó con eso, y agarró su pequeña mano con las suyas.
—Por favor, trátame bien de ahora en adelante, Shirogane-san. Me aseguraré de enamorarme de ti también.
—¡Otra vez con eso…! —Koyuki estaba temblando de ira, alzando una voz. —No pienso nada de ti, ¡Así que no actúes tan conshei!
—Mordiéndote la lengua en un momento tan crucial, qué linda.
—¡Gaaaahh…! —Koyuki comenzó a llorar por las burlas de Naoya.
Así, las cortinas se levantaron en su batalla.